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¡Hola Guerrer@s!
Hoy quiero seguir hablando de los G.E.A., los Guerreros En Acción. En esta ocasión, de los que están colaborando con nosotros desde Italia… «Guerrier@ In Azione» 😉
Tengo la gran suerte de ser una Guerrera de pueblo 🙂 Y tengo nada más y nada menos que dos pueblos, mi pueblo andaluz, Alcalá la Real, y mi pueblo véneto, Portogruaro, donde nací.
¿Queréis saber cómo fue mi llegada al mundo en Italia? Estaba ahí dentro de la barrigota súper a gusto, calentita, bien alimentada, escuchando las historias que me contaban desde fuera y la música que me ponían, incluyendo la batería de mi abuelo italiano. Sin embargo, cuando empecé a sentirme un poco estrecha, decidí que era momento de salir. Estuve 21 horas ahí empujando y nada, no había manera de sacar la cabezota.
Fuera se oían varias personas hablando, casi gritando, animándonos a mi mama y a mi para que pudiera salir. De repente, se hizo el silencio, se abrió una puerta distinta por un sitio que no esperaba y en lugar de salir yo, me sacaron.
Había mucha luz, hacía fresco y no sabía muy bien donde estaba hasta que oí la voz de mi mamá y pude sentirla cerca ¡Qué alegría!
No pude quedarme con mi mamá mucho rato porque tenía que recuperarse y me pasaron con mi papa. Le reconocí la voz así que le sonreí y me pasé con él un par de horas en las que no paró de devolverme la sonrisa. Incluso me cantó (o intentó cantarme) Sweet Child O’Mine, mi papá, que nunca canta ¡Qué bonito fue! Además, así entre nosotros, ver el tamaño de la cabezota de mi padre me sirvió para entender finalmente porque la mía no podía salir por donde debía… ¡De tal palo tal astilla! 🙂
Las matronas, los médicos, las responsables de la guardería para bebés, a quienes mis padres adoran, fueron mis primeros amigos fuera de la barrigota. Me fue estupendamente con ellos.
Bueno, disculpadme, que siempre me lio. Como os decía, también tenemos G.E.A. en Portogruaro. Una de ellas es Elena, una fisioterapeuta que masajea corazones. Es una mujer fascinante, de pelo corto, piernas largas, con un corazón enorme, que le ensañaba a mi mamá qué hacer cuando yo intentará salir. Tiene una voz hechizante y dos manos grandes y mágicas con las que fortalece y sana a las personas por dentro y por fuera. Qué don más grande, saber masajear corazones.
Elena ha estado siguiendo todas mis aventuras y desventuras desde que nací y en cuanto supo de la glucogenosis 1b decidió convertirse en G.E.A. Junto con otras dos guerreras, Sara y Alessandra, organizaron un “Aperitivo solidario” en un lugar muy bucólico, dentro de un barrio medieval muy bonito, llamado Corcovado, muy cerca de donde yo nací. Fue una cita veraniega muy linda a la que no pudimos asistir pero en la que estuvimos presentes con el corazón… que se nos llenó de alegría al sentir tanto afecto.
Sara, otra “bella donna” con el cabello rojo y la mente muy creativa, desplegó su fantasía dibujando obras de arte con tinta de henna sobre la piel de los asistentes.
Alessandra, una actriz con voz de ángel, leyó una poesía mientras se ponía el sol y Nadia, una segunda madre de mi mamá, como si fuera mi tercera abuela, también pusó voz a unos versos muy bonitos.
Por si fuera poco, además, hubo música, el grupo «I ragazzi soli», en el que mi abuelo Roberto toca la batería… ¡Qué emoción! En cuanto pasen unos añitos estoy tocando la batería yo también… Seguro que soy la primera batería con glucogenosis 1b 🙂
Junto con todos estos guerrer@s, también colaboraron los socios del Club Filippo Pescosolido que este año han decidido elegirme como una de las personas cuya causa apoyan y han aportado una generosa contribución para la investigación.
Muchísimas gracias a todos, guerrer@s. Sigo conmovida y tremendamente agradecida por todo lo que estáis haciendo.
Para terminar, os dejo aqui un texto de Tagore que se recitó en el «Aperitivo solidario»:
Todos los días echo mis barcos de papel al río, donde flotan y, uno tras otro, son arrastrados por la corriente. En ellos he escrito, con grandes letras negras, mi nombre y el nombre de mi pueblo. Confío en que alguien los encontrará, en un país lejano, y así sabrá quién soy.
Cargo mis barquitos con flores de shiuli cogidas en nuestro jardín, y espero que estas flores abiertas al amanecer tendrán la suerte de llegar al país de la noche. Después de haber echado al agua mis barcos de papel, levanto los ojos al cielo y veo que las nubecillas preparan sus velas blancas y combadas. Tal vez algún amiguito juegue conmigo desde el cielo, lanzándolas al viento, para que compitan con mis barcos…
Cuando llega la noche, hundo la cabeza entre mis brazos y sueño que mis barcos de papel bogan sin cesar, cada vez más lejos, bajo la claridad de las estrellas de la medianoche. Las hadas del sueño viajan en ellos, y llevan por carga sus cestos llenos de ensueños.
Un fuerte NinAbrazo.
Hola mi querida, queridisima Nina….acabo de leerte y no hay que ser lista (aunque tú lo eres, y mucho), para saber que es lo que estoy haciendo en estos momentos. Mi verano, (y seguro que el de otras muchas personas), está siendo «pasado por agua» gracias a tí y a tus escritos. Eres tan entrañable, tan buena, tan preciosa, tan maravillosa, tan divertida, que conquistas a buenas gentes de todos el mundo. Tened fuerza Nina Linda, tú, tus papás, abuelos, tios….LOVE!!!
Mucha fuerza Nina! Ya somos adictos a tus historias! Tienes todo nuestro apoyo!
Muchísimas gracias Sara! Me alegra mucho que te gusten las historias… No son sólo mias, tambien son tuyas, vuestras, de todos los Guerrer@s En Acción! 🙂
Un fuerte NinAbrazo!
Desde las tierras de la tribu andaki, desde la Florencia Amazonica, desde este lugar colonizado por españoles e italianos deseo a la familia de Nina un recorrido alegre mientras buscan la salud. Felicidades a la madre en su nuevo año de vida y muchos éxitos en la empresa que con la voluntad de Dios logrará curarla de enfermedad tan extraña.
Muchas gracias Jose. Mis mejores deseos para ti y para esa tierra linda de la que tantos Buenos recuerdos tienen mi mama y mi papa. Un fuerte NinAbrazo.